51. Fases lunares para la cosecha de fibras vegetales para tejidos y pajas de construcción


El mejor momento para la cosecha de fibras vegetales para le elaboración de tejidos y pajas para la construcción, es la luna menguante,  de preferencia en el período intensivo de aguas abajo, comprendido después de los tres primeros días de luna menguante hasta los tres primeros días del novilunio.

Si queremos pajas y fibras de mejor calidad, las debemos cosechar, solamente los dos días después de la luna menguante, o sea, en ausencia total de la luna en el firmamento. Dentro de este criterio se encuadran principalmente el henequén, el yute, la cabuya, los bejucos, el algodón, la pita y las palmas, entre otras especies (Figura 51).


Cosecha de fibras vegetales
Figura 51. Cosecha de fibras vegetales.

Influencia de las fases lunares en el manejo de viveros forestales, hortícolas, frutales y ornamentales.

El manejo de las especies forestales, hortícolas, frutales y ornamentales en los viveros se rige por los mismos ritmos lunares y principios dinámicos de la savia en las plantas, de acuerdo con las actividades que queremos realizar y los objetivos que deseamos lograr con los vegetales. A continuación citamos las siguientes recomendaciones básicas:

Manejo de vivero para especies forestales: Todas las actividades con el manejo de la germinación de las semillas de las especies forestales en los viveros, como regla general las debemos concentrar en el período extensivo de aguas arriba (entre creciente y luna llena), (en un determinado caso que contemos con tiempo, podemos concentrar todas las actividades en el período intensivo de aguas arriba) para mejores resultados (Figura 52).

Manejo de viveros forestales
Figura 52. Manejo de viveros forestales.

Después de haber ejecutado todas las tareas de la germinación, nos
concentraremos en las actividades del transplante o del embolsado de los plantones, y para ello recomendamos en mismo período lunar indicado para la germinación de semillas, con la finalidad de estimular el desarrollo vegetativo de las especies forestales.

En el caso que se requieran cumplir algunas actividades complementarias con los plantones dentro  del vivero, como podas de estimulación y formación vegetativa, se deben ejecutar en pleno período extensivo de aguas arriba.

Manejo de viveros para frutales: El manejo de estas especies obedece a las mismas recomendaciones que señalamos para el manejo del cultivo forestal. Sin embargo, cabe señalar que cuando hay necesidad de hacer los injertos dentro de los viveros se recomienda efectuarlos en el período extensivo de aguas arriba. Por otro lado, cuando en el vivero queremos desarrollar los plantones a partir de esquejes o estacas vegetativas, las actividades las debemos hacer en los mismos períodos recomendados anteriormente (Figura 53).

Manejo de viveros para frutales
Figura 53. Manejo de viveros para frutales.

Manejo de viveros para hortalizas y especies ornamentales: El manejo de las plantas ornamentales en los viveros, así como el de las hortalizas, de acuerdo con las fases de la luna, es más complejo que el de las especies antes tratadas, porque en ellas debemos considerar desde las características de crecimiento del vegetal, hasta el objetivo que queremos lograr con él.

Por ejemplo,  todas las hortalizas que tienen que ver con el desarrollo y producción de hojas para el consumo deben ser trabajadas en el período extensivo de aguas abajo; en este grupo podemos citar la producción de acelgas, lechugas, espinacas, apio, coles, repollo, etc.; y todas las hortalizas que tienen que ver con el desarrollo vegetativo, la producción de frutos aéreos y flores para el consumo se deben cumplir en el período extensivo de aguas arriba; en este grupo cabe citar la producción de arveja, berenjena,  brócoli,  calabaza, coliflor, fríjol, habas, habichuelas, pimentón, pepino, okra, tomate, uchuva, etc.

Aunque son muy pocas las especies para la producción de tubérculos y raíces las que deben pasar por una previa etapa de desarrollo vegetativo en los viveros, para ellas recomendamos adelantar las actividades durante el período extensivo de aguas abajo, con la predominancia de la fase lunar en cuarto menguante.

Finalmente, todos los criterios arriba citados deben ser considerados para la producción de plantas ornamentales, aromáticas, condimentos y medicinales (Figura 54).

Manejo de viveras de hortalizas y especies ornamentales
Figura 54. Manejo de viveras de hortalizas y especies ornamentales.

Influencia de las fases lunares para cosechar plantas para herbarios y flores secas.
El mejor momento para cosechar plantas con la finalidad de conservarlas en un herbario y recolectar flores secas para hacer adornos o arreglos o para su utilización en la medicina, en la forma de polvo o molidas, es la fase de la luna menguante camino hacia la luna nueva, período que se caracteriza por una menor circulación de savia en los tejidos de las plantas, lo que facilita una mayor conservación en la calidad de las mismas (Figura 55).
Cosecha de plantas para herbarios y flores secas
Figura 55. Cosecha de plantas para herbarios y flores secas.
Influencia de las fases lunares en los fenómenos alelopáticos y repelentes en las plantas.

 La alelopatía, comprendida como todas las interacciones y las interferencias que se desencadenan entre plantas, incluyendo los microorganismos, por la liberación de sustancias químicas elaboradas por ellas a partir de tejidos vivos o muertos y que abarcan sus efectos benéficos y perjudiciales, también es afectada en mayor o menor intensidad por las distintas fases lunares.

Sin embargo,  en la naturaleza estos fenómenos actúan conjuntamente con otros,  siendo muy difícil identificar los efectos individuales, debido a la complejidad biológica de los procesos que acontecen cuando trabajamos con suelos biológicamente multidiversificados y asociados, como la agricultura orgánica lo recomienda.

Por otro lado, a pesar del elevado número de investigaciones, son muy pocas las que, de una forma precisa, consiguen resultados cuando intentan aislar o identificar la causa y los efectos de cada situación que se presenta en el mundo de los vegetales, en asociación con la microbiología del suelo.

Actualmente se conocen más de 30.000 productos metabólicos de origen secundario, pero se calcula que el número puede superar la cifra de cien mil.

Por el momento las investigaciones se concentran en identificar en cada clase estructural los componentes principales, y eso solamente en algunas especies, con la intención de encuadrar las sustancias alelopáticas en grupos químicos, entre los que se destacan cinco grupos: ácidos fenólicos, alcaloides, ésteres, terpenos y flavonoides. Igualmente, una mayor o menor producción (cantidad y calidad) de sustancias alelopáticas o repelentes entre plantas y microorganismos es un fenómeno que también está estrechamente ligado a la influencia de los factores edáficos y climáticos donde las plantas se desarrollan; por tanto el lugar y la calidad de síntesis de dichas sustancias en las estructuras de las plantas están directamente relacionados con el equilibrio nutricional de ellas y del medio donde se encuentran.

Las fases lunares actúan directamente en el transporte del volumen de dichas sustancias, a través del movimiento dinámico de la savia y de la foto-estimulación de la luminosidad lunar en las complejas estructuras vegetales.

Las fases del cuarto  creciente y la luna llena son los momentos de mayor movimiento de sustancias alelopáticas y demás actividad de las sustancias repelentes, principalmente en la parte aérea de las plantas, quedando reservadas la menguante y la luna nueva para concentrar la mayor actividad sobre todo el sistema radicular, en asociación con la macro y micro vida del suela (Figura 56).

Fenómeno alelopático y repelentes en las plantas

Figura 56. Fenómeno alelopático y repelentes en las plantas.
Influencia de las fases lunares en la aplicación de abonos orgánicos, biofertilizantes y caldos minerales en los cultivos.

La aplicación de los abonos orgánicos en los cultivos puede ser hecha directamente sobre el suelo, en forma de materia orgánica o humus, o en forma de biofertilizantes y caldos minerales foliares.

Abonos orgánicos: Para maximizar el aprovechamiento de la aplicación de los abonos orgánicos o humus ene l suelo, se debe considerar el sistema de enrraizamiento que las plantas tienen,  asociándolo a la dinámica del movimiento de la savia, en función de las fases lunares.

Por ejemplo, cuando la raíz de un determinado cultivo es profunda, se recomienda aplicar el abono en la fase lunar cuarto menguante hacia luna nueva, donde los nutrientes serán absorbidos con mayor facilidad; cuando la raíz del cultivo es superficial el mejor momento para abonarlo es la fase de la luna creciente hacia el plenilunio (Figura 57).

Aplicaciones de abonos orgánicos
Figura 57. Aplicaciones de abonos orgánicos.

Biofertilizantes: Para la aplicación de los biofertilizantes foliares la fase más recomendada es la luna creciente hacia la llena, donde la máxima eficiencia se concentra en el período pico del plenilunio, ya que la savia fluye dinámicamente por toda la planta, aprovechando mejor los nutrientes, principalmente en e las partes aéreas, como son flores, hojas y frutos.

Estas mismas recomendaciones son válidas para la aplicación de preparados húmicos en la forma líquida (Figura 58).

Aplicación de biofertilizantes
Figura 58. Aplicación de biofertilizantes.

Caldos minerales: Las mejores fases lunares para la aplicación de caldos minerales en los cultivos dependen del objetivo y de las partes del cultivo que queremos tratar; por ejemplo,  para el tratamiento de árboles frutales con la finalidad de realizar limpiezas sanitarias de troncos, aplicando pastas y caldos minerales, la mejor fase lunar es la luna nueva o novilunio.

 Para la aplicación de caldos minerales con la finalidad de fortalecer su sistema nutricional a través del sistema aéreo, la fase de la luna creciente hacia el plenilunio es la más recomendada (período intensivo de aguas arriba).

Para la aplicación de caldos minerales con la finalidad de tratamientos sanitarios del sistema foliar, flores y frutos, la mejor fase lunar es la luna creciente hacia el plenilunio (período extensivo aguas arriba) (Figura 59).

Aplicación de caldos minerales
Figura 59. Aplicación de caldos minerales.
Influencia de las fases lunares en la relación planta-insectos-microorganismos-suelos.

Los árboles perennes que se encuentran enfermos, cuando reciben un fortalecimiento nutricional a través del suelo en la luna menguante y seguidamente sufren una poda de limpieza en la fase siguiente, la luna nueva, se recuperan rápidamente y sanan con relativa facilidad.

En la fase lunar comprendida entre creciente y luna llena es cuando las plantas presentan una mayor dinámica en la circulación de la savia y,  al mismo tiempo, pueden mostrarse más propensas a la vista de insectos y microorganismos, por la riqueza nutricional que la savia puede ofrecerles.

Sin embargo, un mayor o menor daño o ataque a los cultivos por los insectos y microorganismos dependerá del estado de equilibrio nutricional en que las plantas se encuentren (Teoría de la trofobiosis) (Figura 60).

La luna y la trofobiosis
Figura 60. La luna y la trofobiosis.

Fuente: http://floresjardin3.blogspot.com/