Llegó a ser capataz y dueño de la hacienda; vestía el sombrero de guama más costoso de la región mientras los demás usaban sombreros de cogollo esos que se consiguen a tres por locha. El abuelo logró amasar mucho dinero y propiedades: haciendas de café, maiz, sorgo, hasta un bonita casa en la playa.
Muy joven se casó con una mujer menuda, de rasgos finos, cabello largo, piel aceitunada y ojos hermosos. Vivieron juntos por muchos años, hasta que la abuela enfermó luego de lavar ropa con agua de lluvia, se les hincharon los pies cayó en cama con fiebre, no se pudo hacer nada, tenía cinco meses de embarazo.
Después que murió el amor de su vida todo cambió, el abuelo se entregó a la bebida y a los escándalos, participó en el asalto de "El Tren", en esa época ya tenía el apodo de "El Plateado". Ahora su pasión eran las peleas de gallos, se perdía por semanas con los amigos, llegó a tener siete (7) haciendas y una a una las fue perdiendo por la maldición del juego, si no eran los gallos, era la baraja, los dados y todo lo que representaba el invite y el azar.
Lo encontraron tieso como un tigre cazador, el infarto fulminante le partió el corazón mientras trabajaba de vigilante en los telares. Una numerosa familia lloró su partida, la muerte se lo llevó una noche sin luna, la tierra que tanto amaba solicitaba su cuerpo.
Cuentos de la Granja. @kirimiking